Creo que una de las claves imprescindibles sin cuya existencia el Bitcoin lo tendrá francamente crudo para convertirse en alternativa masiva frente a las monedas estatales, es resolver el tema de la seguridad a nivel del usuario. Que no haya que vivir con la zozobra de que si no dominas al 100% la parte técnica, corras el riesgo de perder irremediablemente tus fondos.
El desarrollo de opciones de almacenamiento off line sencillas y manejables por cualquier usuario promedio creo que tendría que ser la prioridad, porque el hecho de que Bitcoin requiera indefectiblemente de Internet para su funcionamiento, no implica que obligatoriamente las billeteras deban igualmente encontrarse online a disposición del estafador de turno. Tampoco que deban quedar obligatoriamente en manos de terceros (plataformas de exchange, depositarios, etc.) para poder dormir relativamente tranquilos. Resuelto ese tema pienso que el salto en el uso de Bitcoin sería instantáneo y vertiginoso.
Decirle hoy a mi primo que puede mandarle la remesa a su madre desde Londres a Tegucigalpa sin que le cueste nada, pero que para ello debe instalar un programa en su PC/teléfono móvil (este sería el paso más asumible), estar diariamente al corriente de las actualizaciones de ese software, cuidarse de que teceros no le vayan a meter spyware en el dispositivo, aprender sobre cifrado de clave doble, mantenerse al día con la cotización y encima tener que enseñarle eso a su madre para que pueda utilizar/cambiar los Bitcoins que le piensa enviar es sencillamente, en mi opinión, soñar despiertos.
El desarrollo de opciones como por ejemplo Bitsumo, que resuelve un problema real y complicado en países que no tienen acceso por las vías normales al comercio electrónico por la restricción en el mercado de divisas, como pasa en Argentina y Venezuela, creo que son el camino para masificar el uso del Bitcoin. Pero antes hay que resolver el tema de la seguridad, así como la interfaz y la accesibilidad a la plataforma Bitcoin por parte del usuario corriente.
Y mentras tanto los que no somos ni desarrolladores ni expertos en criptografía sino usuarios entusiastas de una opción monetaria disruptiva y revolucionaria, creo que deberíamos intentar darle la mayor divulgación, publicidad y difusión posible a esta alternativa.