Y todavía pensamos que somos libres y que votamos por ellos para que gobiernen para nosotros.
Somos sus esclavos y todavía votamos por ellos. Me recuerda a la película de Lars von Trier "Manderlay" en donde los esclavos desarrollan una alta dependencia de sus victimarios. En el fondo los soportamos porque creemos que sin ellos estamos perdidos.
Está época será recordada como la más oscura de la historia de la humanidad. Esperemos pase pronto.