No he tenido cuenta de pago hasta ahora, pero me lo estaba planteando. No para nada que me sirva en el trabajo en principio, sino para trastear y entender mejor el potencial de la tecnología (no quedarme en la teoría sino empezar a controlar también la práctica).
Y sin embargo entro hoy aquí, y me encuentro que tienes experiencia en el tema y que ya no te merece la pena mantener la suscripción.
No sé, le daré una vuelta a ver. Quizá haya alguna alternativa que le pueda "comer la tostada" al ChatGPT y me decante por probarla. Como sea, escribiré aquí sobre mi experiencia: pensaba abrir un hilo sobre el tema, pero ¿para qué duplicar?
Tengo curiosidad por saber de la experiencia de otr@s compañer@s, por cierto.
Aclaro que ahora mismo no estoy haciendo actividades que me requieran el uso, lo mantenía un poco por apoyar un proyecto que me parecía positivo, pero viendo todo el circo que pasó con la salida y regreso de Altman, las regulaciones y la falta de escalabilidad... encuentro que no han sido honestos ni Open.
Yo aprovecharé para probar otras como Lamma en local, etc. pero no descarto volver si lo necesito. Para programación es la bomba. Aunque de apoyo a traducción y redacción lo veo interesante, ya has comentado más veces que no te llama y lo respeto, pero creo que deberías probar, usarlo y entenderlo un poco a ver si algo te puede aportar.
Sí que, lo probaré. Es muy probable que de manera inminente tengamos que utilizar esta tecnología en nuestro día a día laboral, hay que mentalizarse.
Por cierto que sobre este tema escuché un podcast el otro día, una entrevista a Mariano Sigman, interesantísima, y me he comprado su último libro
"Artificial: La nueva inteligencia y el contorno de lo humano". Me parece un buen primer paso para comprender no sólo el funcionamiento sino otras implicaciones también. Si alguien se anima a leerlo, lo podemos comentar aquí (o en otro hilo, si Drawesome lo prefiere), puede ser enriquecedor para todos. O también le podemos pedir a ChatGPT que lo lea por nosotros y nos lo comente "él" mismo. Pero mejor no: uno de los retos que va a suponer esta nueva tecnología va a ser cómo evitar la atrofia que supone delegar determinadas tareas por no tener que hacerlas uno mismo, comentan los entendidos.